jueves, 17 de abril de 2008

Biografia: Alexander Galva


Alexander nació el 27 de febrero de 1984 en santo domingo (republica dominicana).
Estudios realizados durante los anos 90 atribuyen a su arte, en especial al dibujo en grafito, diversas cualidades como la de incrementar algunas capacidades del cerebro, así como también, disminuir la actividad epileptógena. Esto ha sido calificado como el "efecto Galva", el cual se sostiene tendría una duración infinita
Cursos y estudios realizados: informática general, ingles avanzado, diseño grafico comp.
Primaria, bachiller y actualmente estudiante de termino de publicidad mención creatividad y gerencia en la universidad autónoma de santo domingo.
Se muestra siempre como un gran artista e innovador de la composición del dibujo. Su marcado perfeccionismo lo manifestaría al dibujar, a la edad de 10 años, la siguiente frase: "Me gusta que un aria quede tan a la medida de un artista como un traje bien hecho Posteriormente estudiantes de distintos tiempos y géneros del arte han sido influenciados por su dibujo.

Es el segundo hijo de Radhames Galva de León, ing.civil al servicio del país.
Su madre se llama Elida alt. De Galva. Debido a la altísima mortalidad infantil en la RD, de los 3 hijos que tienen el matrimonio solo queda en el país edward galva apodado cariñosamente la chiva.

La casa natal de A.Galva se encuentra en santo domingo calle alma mater no.12 Herrera. Se trata de una casa de tres plantas que, actualmente, cuenta con una gran cantidad de objetos de los tiempos e instrumentos de Galva en su niñez. Es uno de los lugares más visitados de RD y una especie de santuario para niños de todo el mundo.

Alexander desde muy pequeños mostró asombrosas facultades para el arte; para Galva, el arte y las ciencias naturales eran tan naturales como los juegos para cualquier otro niño.

A los cuatro años practicaba el dibujo y componía pequeñas obras de considerable dificultad; a los seis, pintaba con destreza. Podía leer obras a primera vista, tiene una memoria prodigiosa y una inagotable capacidad para improvisar frases artísticas.

Definitivamente, no era un niño común. Su progenitor era un hombre inteligente, orgulloso y religioso. Creía que los dones artísticos de su hijo eran un milagro divino que él, como padre, tenía la obligación de cultivar.

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